domingo, 26 de junio de 2011

Sueño nº2

Otro de mis sueños fue aún más extraño, fue una pesadilla, por así decirlo...

Bueno, no se, mi vieja, me llevaba a un lugar para adictos, y como que yo tenía que vivir ahí, y era re feo, y me tenía que vestir de blanco, y no se.
Se sentía como un capo de concentración de Judíos, no se que onda, en fin, y como que me hacían comer, y yo no quería, y no se, en la comida, metían drogas, ponele, no se, y al final, después de comer, como que me sentía mareada, y después, me despertaba y no me acordaba de nada.
En una me escapo, y voy con mi vieja, y mi tía (Liria), y les digo que me quieren matar, que me estaban drogando y que yo me iba a morir.
Y no me creían, entonces, le dije a mi vieja: "Cuando me muera, voy a ir a tu sueño y te voy a decir 'te lo dije'"
Bueno, me volvieron a llevar a ese lugar de adictos, y como era sabido, me morí.
Entonces, a la noche, me fui a buscar a mi mamá, y me metí en su sueño, y le dije "Te lo dije" y nos pusimos a llorar, y la abracé.
Ella se despertó, y yo tenia que decirle eso a mi tía, también, entonces, me fluí.
No me acuerdo bien que pasó ahí, pero no podía salir del sueño de mi tía, entonces, ahí estábamos ella, mi primito y yo, intentando escapar, y todo se volvió re psicodélico, y teníamos que pasar por un río que había cocodrilos, no se, teníamos que ir en una canoa, que eran como piernas, no se, re feo, y lo pasamos, y después, estoy segura de que en algún momento de la historia un nene demonio nos perseguía...
Después, no se, yo tenía que buscar algo en una computadora, y mi tía y mi primo no se acercaban, tenían miedo, y yo no sabía por que, entonces, la prendí, y mi primo, se anima a hablar, y me dice.
Mamá cree que las computadoras traen cancer de piel ( :| ) es muy gracioso en este momento, pero en el sueño, me asusté, y como había tocado la computadora, me morí (de nuevo) en el sueño del sueño.
Caí, como cayó Alicia por el pozo (?), y cuando me levanté, estaba como adentro de un cuadrado rojo, donde lo único que había, era gente vestida de rojo, que no se le veían las caras, y pasaban y no se daban cuenta de nada.
El lugar estaba dividido en dos, por una reja negra, del otro lado había dos árboles, verdes, mi mamá, y mi tía hablando.
Mi mamá, lloraba.
Yo, del otro lado de la reja, no podía pasar, y gritaba y gritaba, pero nadie me escuchaba.

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